Descenso en nacimientos en Antofagasta: Prioridades personales y costos económicos inciden en la tendencia

 Descenso en nacimientos en Antofagasta: Prioridades personales y costos económicos inciden en la tendencia

La Región de Antofagasta ha registrado una disminución del 5.7% en el número de nacimientos durante el 2023, con 6,962 nacimientos, revelando una tendencia a la baja en comparación con los 7,384 nacimientos de 2022. Esta cifra se asemeja a la de 2021, cuando se contabilizaron 6,752 nacimientos.

Uno de los motivos detrás de esta reducción en la tasa de natalidad se relaciona con la priorización de proyectos personales y profesionales por parte de parejas en la región. Javier Calderón (34 años), al ser consultado por El Mercurio de Antofagasta, compartió su experiencia al expresar: “He postergado la decisión de ser padre por proyectos personales, como viajar. Si hubiese podido hacerlo antes, habría sido genial”.

Expertos señalan que esta tendencia puede atribuirse a diversos factores, entre ellos, los altos costos asociados a la crianza de hijos y la planificación familiar. El doctor en Sociología de la UA, Pablo Camus, destacó que “hoy los roles se han equiparado, el mundo productivo y económico demanda tanto a mujeres como hombres”. Además, mencionó que el acceso a métodos anticonceptivos y la mayor competitividad laboral también influyen en esta situación.

Dusan Paredes, profesor titular del departamento de Economía de la UCN, resaltó la influencia de aspectos económicos en la tasa de natalidad. “Las personas están conscientes de los costos que implica el nacimiento de hijos y por lo tanto corrigen su perspectiva de natalidad por la propia situación económica”, declaró. Paredes observa una correlación entre crisis económicas y descensos en la tasa de natalidad, citando la Gran Depresión en Estados Unidos en 1929 como ejemplo.

Sandra Zenis, presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de la Región de Antofagasta, contextualizó la disminución de nacimientos a nivel nacional y mundial como un indicador propio de países desarrollados. Estos países tienden a tener menos hijos, lo que contribuye al envejecimiento de la población. Esta tendencia se ha observado en otras regiones desarrolladas, como Estados Unidos y Europa.