Municipio de Antofagasta aplicará ordenanza de ruidos molestos para multar el uso de parlantes en las playas

 Municipio de Antofagasta aplicará ordenanza de ruidos molestos para multar el uso de parlantes en las playas

Con la aplicación de la ordenanza de ruidos molestos la municipalidad fiscalizará el uso de parlantes en las playas de Antofagasta. La autoridad iniciará el trabajo de control debido a las molestias que genera el funcionamiento de estos aparatos a alto volumen y las multas podrían llegar hasta las dos UTM ($117.544).

Hace una semana, el alcalde Jonathan Velásquez había solicitado a la comunidad que asiste a las playas habilitadas para el baño cuidar el aseo del litoral, no consumir alcohol ni drogas en estos sectores y que los veraneantes no acudieran con parlantes. Pero ante los sostenidos reclamos de los vecinos por las molestias del bullicio en estos espacios públicos por el uso de parlantes, el edil explicó que comenzará una fiscalización amparándose en la ordenanza de ruidos molestos que fue publicada en el año 2009.

Junto con precisar otros lugares, la ordenanza detalla que “regirá en toda la comuna y viene en regular todos los ruidos producidos en la vía pública, calles, plazas y paseos públicos”. Y en el artículo 17 detalla que queda especialmente prohibido “producir música de cualquier naturaleza en la vía pública, salvo expresa autorización de la autoridad competente y, en absoluto, el uso de difusores o amplificadores, y todo sonido, cuando pueden ser percibidos por el oído desde el exterior o por los vecinos, causando molestias. El no cumplimiento será calificado como una falta grave”.

El alcalde apuntó a que las playas y balnearios pertenecen a toda la comuna y no puede ser monopolio de unos pocos, ya que disfrutar de estas áreas es un derecho colectivo y dijo que no es justo que por culpa de algunas personas que no respetan estos lugares otros no puedan tener un momento de descanso y tranquilidad.

“Por eso hice el llamado a no llevar parlantes o tener música fuerte por una cuestión de respeto, ni en el día ni en la noche. Vamos a hacer valer la ordenanza de ruidos molestos y a cursar las multas como una infracción grave de hasta 2 UTM, que es lo que corresponde. Nosotros ya tenemos en las playas a funcionarios de la Dirección de Seguridad Ciudadana y vamos a incluir también a los inspectores municipales para que puedan hacer cumplir lo que dicta la ordenanza”, aseguró Velásquez.

Sobre este mismo tema, el pasado domingo Timeline.cl realizó una encuesta con la pregunta ¿se debiera prohibir la utilización de parlantes para escuchar música en las playas de Antofagasta? En el sondeo votaron 4.533 usuarios de Facebook y el 89% respondió afirmativamente a la idea de restringir el uso de estas fuentes de ruido. A nivel general, quienes comentaron la encuesta manifestaron que la playa es un sector al que los vecinos se trasladan buscando tranquilidad y un momento para relajarse. También coincidieron en que puede escucharse música en el borde costero, sin embargo, matizaron que el sonido debe ser moderado para no molestar al resto de las personas.

Responsabilidad ciudadana

El concejal Luis Aguilera expuso que es una buena medida la fiscalización en espacios públicos, pero añadió que además es necesaria la responsabilidad ciudadana al momento de compartir en estas zonas. “El llamado a la comunidad es a ser respetuosos en este periodo estival, sobre todo en materia de ruido, parlantes fuertes, brasas de asados que tapan con arena, basura que dejan en la playa y que no se llevan, lo que podría afectar a una familia que solo busca disfrutar y pasar un buen momento”, indicó.

Aguilera sostuvo que el municipio hará cumplir la ordenanza para mantener el orden y la seguridad en las playas y que en esa labor Carabineros y la policía marítima deben sumarse para también fiscalizar, ya que es responsabilidad de todos mantener los espacios públicos limpios y seguros.

El trabajo del edificio consistorial se suma al que desde diciembre está desarrollando La Delegación Presidencial Regional, con una serie de controles en el borde costero, tanto de día como de noche, para aumentar los niveles de seguridad para los veraneantes, al mismo que tiempo que ejecuta cortes de ruta para impedir el acceso de vehículos a las áreas no autorizadas para el baño.